Ante la premisa de actuar en un museo ya construido, de gran valor arquitectónico, para su ampliación, se decide pensar como su creador. Jugar con los niveles del espacio museístico, ambos iguales en forma y sección, pero a diferente cota, posibilitando la relación de la planta baja con el entorno. Predominan los juegos de entrada de luz natural, que guiarán al transeunte por su recorrido expositivo.